El inicio del verano es, para muchos barrios de Barcelona, uno de los momentos más esperados del año. No sólo por las ansiadas vacaciones ―que a todos nos encantan― o por la tradicional verbena de San Juan, de una tradición muy arraigada en estas tierras, sino porque son en estas fechas cuando se concentra el mayor número de fiestas mayores y, por supuesto, cuando las celebramos en el Casc Antic de la ciudad. Hace unos días disfrutábamos de la Fiesta mayor de Sant Pere, la Ribera y Santa Caterina, y ya nos estamos preparando para la próxima, que será la Fiesta Mayor del Raval, del 16 al 19 de julio.
Estos días se viven con una gran emoción en los barrios ya que son una oportunidad para el reencuentro de la comunidad, que durante meses ha trabajado con intensidad en la organización de los eventos, y son, al mismo tiempo, una ocasión muy especial para invitar a todos a conocer el barrio y compartir con los forasteros estos momentos de esparcimiento y diversión.
La fecha de celebración suele coincidir, tradicionalmente, con el día que el calendario católico dedica al santo patrón de cada villa. Los vecinos se reúnen en torno a unos escenarios comunes que en ocasiones tienen una carga simbólica o responden a la tradición histórica de la celebración. Las actividades en los barrios se concentran en las calles, donde se levantan escenarios y se montan stands que ofrecen bebida y comida. Antiguamente, las fiestas mayores se solían celebrar bajo unos toldos que previamente habían colocado semanas antes y, dicen, que entre baile y baile las parejas no se detenían para no tener que soltarse, ya que la danza era el único momento en que podían estar agarradas sin temor a la reprobación…
Correfocs, sardanas y castellers
Los tiempos han cambiado mucho desde entonces y uno ya puede detenerse a descansar ―o a refrescarse o a comer o a ir al baño…― entre baile y baile sin temor a que la pareja salga corriendo o llegue el progenitor a reclamarla, pero también es cierto que hay cosas que no cambian y hay que alegrarse de que sea así: porque estas fiestas han ayudado a conservar y promover numerosas manifestaciones folclóricas como son los correfoc, las sardanas, los castellers, los gigantes, los diablos, los grupos de ‘grallers’ [músicos cuyo instrumento principal es la chirimía], entre otras, y que reflejan el poder del asociacionismo local y afianzan el talante identitario de este tipo de eventos. Por supuesto, durante la celebración, tampoco faltan conciertos de música para todos los gustos, actos pirotécnicos y actividades de diferente deportivas, culturales, etc., dedicadas a niños y adultos de todas las edades, además de comidas comunitarias con platos típicos de la zona.
Bienvenido, forastero
La fiesta mayor de cada villa o barrio de Barcelona ha sido siempre un momento de reencuentro de vecinos, como decíamos, pero también de promoción del lugar entre los forasteros. La invitación y posterior presencia de éstos tenía, sobre todo en el pasado, otra función que entonces parecía muy necesaria para la comunidad y que hoy nos resulta, cuando menos, curiosa. Cuentan que esta presencia de gente de otros lugares posibilitaba nuevas relaciones personales que, muy a menudo, acababan en romance. Muchas parejas procedentes de poblaciones diferentes, sobre todo antes de que el transporte público se generalizara, surgieron de una verbena de fiesta mayor. Pese al posible romanticismo que esto pudiera entrañar, parece que ese motivo dista mucho de la realidad actual, donde hoy todo el mundo es recibido en estas fiestas como amigo y como integrante más de la actividad lúdica y festiva.
Los santos favoritos
En cuanto a las fechas en que se celebran, ya hemos dicho que suelen coincidir con la onomástical del santo patrón de la villa, si bien no todo el santoral ha tenido a lo largo de la historia la misma devoción y muchas fiestas mayores se concentran en torno a los mismos días. En verano, la mayor parte de las fiestas tiene lugar el 15 de agosto, cuando se celebra Santa María, también llamada ‘Mare de Déu d’Agost’. Otras fechas que cuentan con muchas celebraciones son San Pedro, el 29 de junio, San Jaime, el 25 de julio, o San Miguel, el 29 de septiembre. Y especialmente, las apariciones de la Virgen, las llamadas ‘marededéus trobades’, que se celebran el 8 de septiembre.
Así que aún queda fiesta para disfrutar. Si no pudiste ir a la Fiesta Mayor del Casc Antic de Barcelona o si fuiste y te encantó, el próximo fin de semana no puedes perderte la del Raval, uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad. El pistoletazo de salida se dará el jueves, 16 de julio, a las 19.30 h, con el pasacalle de las Societats Corals del Raval; a las 20.15 h tendrá lugar el Baile y el pasacalle de los Gigantes, Cabezudos, los Bouets y la Vaqueta del Raval, que finalizarán en la plaza de Vicenç Martorell. El pregón será a las 21 h en la calle de Viqui Molins y con éste se iniciará la música y el baile que se prolongará hasta las medianoche, cuando se dará por finalizada la jornada inaugural de la Fiesta Mayor del Raval. Si quieres más información, puedes conseguir toda la programación aquí.